En Pamplona, Navarra, cada año se celebra una fiesta ininterrumpida que dura nueve días, un evento en el que la ciudad se transforma y se genera un escenario en el que los cientos de turistas que llegan son los protagonistas. Y es que, esa ciudad tan tranquila que está en calma durante todo el año se convierte en una gran aglomeración con una marea humana que se congrega en honor a San Fermín.
Los Sanfermines son una fiesta muy especial, en la que es muy fácil disfrutar de actividades al aire libre y en la que los espectáculos y el ambiente sorprende gratamente a sus visitantes. La música y la alegría generalizada en las calles hace que durante esta semana se respire un aire mágico en la ciudad. Todo esto ha hecho que esta fiesta ocupe un merecido lugar como una de las más famosas a nivel mundial, por ofrecer una oferta de juerga durante estos días.
Origen de los Sanfermines
La historia de la fiesta se remonta al medioevo, en el marco de una feria comercial que se celebraba justo después de la noche de San Juan a principios del siglo XIII. A su vez, comenzaron a realizarse festejos y corridas de toros, pero varios de estos eventos se realizaban en octubre y los pamploneses cansados del mal tiempo característico de esa fecha, decidieron adelantarla al mes de julio.
El primer programa del que se tiene constancia es del año 1591, que incluía un pregón, torneo con lanzas, una procesión por las calles y corrida de toros. Se dice que a finales del siglo XIX, se estableció esa costumbre de correr delante de los toros mientras eran trasladados a la corrida.
¿Cómo es la fiesta en la calle?
Durante estos días Pamplona se tiñe de blanco y rojo, con una gran cantidad de personas que llegan a la ciudad en busca de la mejor juerga. Y esta se vive especialmente en la calle. Es habitual ver a grupos de personas congregados bailando, cantando y compartiendo por las calles del Casco Antiguo.
La fiesta inicia el 6 de julio con el lanzamiento del Chupinazo, aunque los encierros representan para muchos el acto central de los Sanfermines, contienen un preámbulo muy emotivo con cánticos al santo que se venera. En su último día, el 14 de julio, se celebra el ‘Pobre de mí’ el cántico popular que cierra la fiesta grande de Navarra.
Ernest Hemingway, y su contribución con esta fiesta
Este gran escritor contribuyó en gran manera a la inmortalización de la fiesta, y es que, logró mostrar el espíritu aventurero de los Sanfermines dando una cara de presentación a los extranjeros. Todo sus testimonios e historias siguen en vigor, y muchos foráneos acuden a Pamplona inspirados en la literatura de Hemingway.
Podría decirse que el escritor fue el responsable de la gran cantidad de turistas que han hecho de esta fiesta una de las más masivas del mundo. Es tanto así, que el Ayuntamiento decidió instalar un busto del escritor en la ciudad, con una frase que le describe como ‘amigo de ese pueblo y admirador de sus fiestas’.
¿A qué se debe el pañuelo rojo durante Sanfermin?
El pañuelo rojo es un elemento distintivo en la vestimenta durante estas fiestas, y según la tradición, se puede llevar anudado al cuello mientras las fiestas estén vivas. Es por esto que, durante el chupinazo la gente lo lleva en la muñeca o en el bolsillo. Además de que queda muy bien con el blanco de las camisetas, se dice que tiene un origen religioso. Y es que, como se trata de una fiesta en honor a San Fermín y éste fue mártir, hay una costumbre en la que los sacerdotes se visten de rojo cuando quieren honrar a un santo que sufrió martirio, por lo que el pañuelo rojo es una interpretación que ha hecho la gente de esta costumbre religiosa.
