Rembrandt van Rijn, uno de los iconos tradicionales de la cultura holandesa

Podría decirse que Rembrandt Harmenszoon van Rijn es uno de los grandes pintores de la escuela holandesa barroca, llegando a ser considerado el artista más importante de ese país. Y es que, este maestro barroco fue la figura central de la Edad de Oro holandesa, cuando este lugar era una de las mayores potencias mundiales. Se dice que tenía una actitud humilde y un conocimiento sobre el ser humano muy acertado, por lo que causaba buena empatía con sus colegas y estudiosos de la época.

A este artista se le recuerda por sus magistrales retratos de grupos, en la que ponía en práctica una gran caracterización de las personas y una gran agudeza en los rostros debido a un detallado estudio de los ademanes, logrando espectaculares obras de arte llenas de vida. Rembrandt también fue un buen dibujante y un grabador, dejando una gran cantidad de estas obras que eran plenamente barrocas y dominadas por el dramatismo y el realismo.

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¿Cómo fue la vida de este gran maestro de la pintura?

Rembrandt, nació en el año 1606 en Leiden una hermosa ciudad holandesa. Era hijo de un acaudalado molinero, lo que le permitió gozar de una buena educación en la Escuela Latina, logrando ser admitido a sus 14 años en la Universidad de Leiden, la más antigua del país. Pero no culminó sus estudios allí, ya que le interesaba la pintura.

Logró estudiar sobre lo que le apasionaba junto al maestro Jacob van Swanenburch, pero en 1624 se trasladó a Ámsterdam para complementar su formación. Poco después volvió a su ciudad natal, donde abrió su propio taller con el que empezó a contar con una gran clientela. Al cabo de los años volvió a la capital, donde conoció a la que sería su esposa, Saskia van Uylenburch, perteneciente a una distinguida familia.

Estilo de las pinceladas de Rembrandt

Dentro de su gran cantidad de obras, este artista desarrolló una gran pasión por los retratos colectivos e individuales. Sus obras contenían una temática religiosa. Entre las características principales de sus obras se observa el uso del claroscuro, generando en sus pinturas fuertes contrastes otorgándole dramatismo a sus composiciones. Dentro de su estilo puede verse la influencia de uno de sus maestros, Pieter Lastman, a la hora de presentar detalles y los contrastes de luces y sombras.

Rembrandt se interesaba mucho en los rasgos de sus personajes, detallaba la ropa e incluso los muebles que se encontraban en la habitación. Se dice que luego realizaba estudios de las distintas emociones que luego incorporaba a sus obras de temas bíblicos e históricos.

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Principales obras de este pintor

Con estos juegos de sombras y los efectos de profundidad, llegó a pintar cuadros muy famosos como ‘La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp’ en el año 1632, se trata del primer retrato en grupo del artista en el que se muestra una lección de anatomía. ‘La ronda de noche’ es otra de sus famosas obras, pintado entre 1640 y 1642. Es un lienzo gigantesco que estaba destinado a decorar el gran salón de la milicia en ese entonces.

Dentro de esas obras con temática religiosa podemos encontrar ‘El retorno del hijo pródigo’, pintado en óleo sobre tela y hacia el año 1662, está inspirado en esta famosa parábola bíblica.

Los dramas de Rembrandt, ¿una forma de entender su obra?

Sin duda alguna, la vida de este maestro de la pintura es digna de conocer. Desde muy joven logró abrirse camino en el mundo de la pintura logrando numerosos beneficios económicos, pero la historia dice que no era un gran administrador de su dinero.

Aunque su vida amorosa y personal fue la que sufrió más infortunios, y es que, Rembrandt tuvo que ver como morían ante sus ojos tres de sus cuatro hijos, además de ver como en 1642 también moría de tuberculosis su esposa Saskia. Seguramente a partir de ahora podrás observar de una forma distinta la obra de este gran maestro, y lograr entender la belleza de sus contrastes.

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